Claves para abordar los conflictos familiares
Claves para abordar los conflictos familiares

Los conflictos aparecen cuando dos personas o dos grupos tienen objetivos o una visión diferente de la realidad. No obstante, también se pueden generar conflictos intrapersonales (internos al individuo). Estos últimos influyen en gran medida a la actitud del sujeto ante los conflictos interpersonales (de los que hablaremos en esta entrada).

En general, cuando se genera un conflicto en casa, suele haber influenciado el autoconcepto del niño/a y el modo de interactuar de los padres y madres. La personalidad, percepción y estado de ánimo de ambas partes. Asimismo, los conflictos entre hermanos se generan muchas veces como fruto de de comparaciones entre ellos.

Clasificación de conflictos

Clasificación de los conflictos

Etapas del desarrollo y conflictos

Según la edad y etapa del desarrollo, se generarán unos conflictos u otros, ya que sus intereses y grado de maduración será diferente.

  • En la etapa infantil, caracterizada por un egocentrismo natural, los conflictos se generarán alrededor del sentido de pertenencia, una de las mejores técnicas en estas edades es la negociación.
  • En la etapa de primaria, las disputas se relacionarán más con la autonomía, con las ganas del niño/a a ser y a hacer. En esta etapa, se debe encontrar un equilibrio, animarles a probar y hacer, pero establecer unos límites y unas normas.
  • En la etapa adolescente, es cuando más conflictos surgen, los chicos/as están encontrando y luchando por su identidad y son, a menudo, susceptibles a críticas. Aquí, es importante trabajar la expresión emocional sana y establecer un vínculo de confianza y no de rivalidad, permitiéndole tener su espacio y sus “secretos”.
¿Cómo abordar un conflicto familiar?
  • Actitud positiva de afrontamiento: No evitar dicha situación. Encontrar el momento adecuado para hablar del conflicto (cómo y por qué se ha originado, qué partes han estado involucradas, cómo se ha sentido cada parte, posibles actuaciones preventivas futuras)
  • Escucha activa y comunicación asertiva: Es súper necesario escuchar de forma activa, estar interesados por la visión y perspectiva de los hijos/as; y al mismo modo generar interés de los hijos hacía la visión de los demás, deben aprender a comunicar lo que sienten y piensan con respeto.
  • Disciplina positiva: Los castigos deben ser razonables y se deben llevar a cabo. La amenaza y no realización disminuye el respeto.
  • Establecer límites: Vuestros hijos deben saber qué pueden hacer y qué no pueden hacer, qué actitudes son aceptables y cuáles son las correctas expresiones verbales. Se deben poner límites para prevenir
  • Encontrar un equilibrio: Proporcionar estrategias de actuación, proporcionar espacios para la discusión respetuosa. Intentar no imponer de forma extrema, sino proponer y animar. En el caso de ser necesario, obligar con respeto.
  • Hacerles partícipes: Hacer participar a los hijos en la toma de decisiones y establecimiento de normas.

Los conflictos y disputas son normales en cualquier familia. No obstante, se deben saber tratar y afrontar, estableciendo un clima de respeto familiar y consiguiendo momentos de debate y discusión sanos.

Claves para abordar los conflictos familiares
Claves para abordar los conflictos familiares

Los conflictos aparecen cuando dos personas o dos grupos tienen objetivos o una visión diferente de la realidad. No obstante, también se pueden generar conflictos intrapersonales (internos al individuo). Estos últimos influyen en gran medida a la actitud del sujeto ante los conflictos interpersonales (de los que hablaremos en esta entrada).

En general, cuando se genera un conflicto en casa, suele haber influenciado el autoconcepto del niño/a y el modo de interactuar de los padres y madres. La personalidad, percepción y estado de ánimo de ambas partes. Asimismo, los conflictos entre hermanos se generan muchas veces como fruto de de comparaciones entre ellos.

Clasificación de conflictos

Clasificación de los conflictos

Etapas del desarrollo y conflictos

Según la edad y etapa del desarrollo, se generarán unos conflictos u otros, ya que sus intereses y grado de maduración será diferente.

  • En la etapa infantil, caracterizada por un egocentrismo natural, los conflictos se generarán alrededor del sentido de pertenencia, una de las mejores técnicas en estas edades es la negociación.
  • En la etapa de primaria, las disputas se relacionarán más con la autonomía, con las ganas del niño/a a ser y a hacer. En esta etapa, se debe encontrar un equilibrio, animarles a probar y hacer, pero establecer unos límites y unas normas.
  • En la etapa adolescente, es cuando más conflictos surgen, los chicos/as están encontrando y luchando por su identidad y son, a menudo, susceptibles a críticas. Aquí, es importante trabajar la expresión emocional sana y establecer un vínculo de confianza y no de rivalidad, permitiéndole tener su espacio y sus “secretos”.
¿Cómo abordar un conflicto familiar?
  • Actitud positiva de afrontamiento: No evitar dicha situación. Encontrar el momento adecuado para hablar del conflicto (cómo y por qué se ha originado, qué partes han estado involucradas, cómo se ha sentido cada parte, posibles actuaciones preventivas futuras)
  • Escucha activa y comunicación asertiva: Es súper necesario escuchar de forma activa, estar interesados por la visión y perspectiva de los hijos/as; y al mismo modo generar interés de los hijos hacía la visión de los demás, deben aprender a comunicar lo que sienten y piensan con respeto.
  • Disciplina positiva: Los castigos deben ser razonables y se deben llevar a cabo. La amenaza y no realización disminuye el respeto.
  • Establecer límites: Vuestros hijos deben saber qué pueden hacer y qué no pueden hacer, qué actitudes son aceptables y cuáles son las correctas expresiones verbales. Se deben poner límites para prevenir
  • Encontrar un equilibrio: Proporcionar estrategias de actuación, proporcionar espacios para la discusión respetuosa. Intentar no imponer de forma extrema, sino proponer y animar. En el caso de ser necesario, obligar con respeto.
  • Hacerles partícipes: Hacer participar a los hijos en la toma de decisiones y establecimiento de normas.

Los conflictos y disputas son normales en cualquier familia. No obstante, se deben saber tratar y afrontar, estableciendo un clima de respeto familiar y consiguiendo momentos de debate y discusión sanos.