Capacidad de adaptación: factor clave para el éxito
Capacidad de adaptación: factor clave para el éxito

Hace poco más de un mes que empezó el curso escolar, los niños/as y adolescentes se han ido adaptando a la rutina, a la clase nueva o al horario. Para algunos han sido muchos los cambios, cambios que les ayudarán a adquirir una mejor capacidad de adaptación.

Os animo a recordar que la capacidad de adaptación es una de las cualidades más valoradas actualmente. Por eso, es importante trabajarla desde pequeños. A veces lo que parece ser una gran dificultad (cambiar de clase, de profesor, hacer actividades diferentes, vivir en un sitio nuevo…) es en realidad una oportunidad para crecer y vivir.

Formas de adaptación:

La personalidad y las experiencias vividas harán que una persona se adapte a un entorno determinado con más facilidad o menos y actuando de una forma u otra. A modo general hay varias formas de adaptarse a una situación/grupo nuevo:

  • Acatamiento: Cuando nos conformamos y ajustamos al grupo, sin dar nuestra opinión ni mostrar demasiado nuestra personalidad.
  • Identificación: Cuando hacemos nuestros los principios y valores de un determinado grupo; nos identificamos con la situación y entorno del momento.
  • Internalización: Aceptamos los principios, valores y normas del grupo como los nuestros propios.

Por tanto, independientemente de nuestro carácter, para poder adaptarnos en un entorno nuevo, debemos ser flexibles e inteligentes, considerando cómo y de qué forma nos queremos adaptar y valorar nuestra afinidad con el grupo.

Capacidad de adaptación:

 Así pues, la capacidad de adaptación es el potencial de una persona para ajustarse a los entornos cambiantes sin que esto suponga un desgaste emocional.

Por esta razón, la capacidad intelectual y la inteligencia emocional juegan un papel fundamental.

  • Versatilidad y flexibilidad: Relacionado con la inteligencia emocional. Nuestro desarrollo y maduración es clave para poder llegar a adquirir estas habilidades. Es necesario hacer un trabajo de autoconocimiento, saber cuáles son nuestros límites y nuestras fortalezas, para así poder estar seguros de nosotros mismos y de nuestras acciones y por tanto, autorregularnos en los procesos de cambio, consiguiendo la eficiencia.
  • Capacidad cognitiva: para lidiar con problemas, absorber conocimientos nuevos, ser prácticos, resolutivos y creativos.
Estrategias para ayudar a nuestros hijos a adaptarse al cambio:

Como padres y madres podemos y debemos proporcionar oportunidades para que nuestros hijos aprendan a adaptarse. Pueden ser cambios pequeños o rutinas nuevas ¿Cómo? Dependerá de la edad y madurez del niño.

3-6 años:

Normalmente a esta edad se empieza la etapa infantil y las primeras independencias. Confiemos en nuestros hijos, sin caer en la sobreprotección. Proporcionémosles materiales nuevos para que experimenten, dejemos que adquieran iniciativa, acompañándoles en este proceso de crecimiento, pero sin forzarlos. Eso hará que tengan más confianza y menos miedo ante situaciones nuevas.

7-12 años:

En estas edades ya se puede hacer un trabajo de reflexión, animarlo a participar en actividades voluntarias, asumir retos, a probar comidas diferentes, a involucrarse con los demás… Que sepa que puede hacer cosas solo pero que siempre tendrá el apoyo incondicional de sus padres y familiares.

+12 años:

La adolescencia es una etapa delicada y muy crítica en el desarrollo de la personalidad. Si queremos a chicos y chicas fuertes y con ganas de avanzar, debemos asentar las bases de la autoestima y seguridad en ellos mismos. Creer en su potencial y orientarlos- no obligarlos- a realizar actividades y participar en situaciones desconocidas, para así afianzar su capacidad de adaptación.

Capacidad de adaptación: factor clave para el éxito
Capacidad de adaptación: factor clave para el éxito

Hace poco más de un mes que empezó el curso escolar, los niños/as y adolescentes se han ido adaptando a la rutina, a la clase nueva o al horario. Para algunos han sido muchos los cambios, cambios que les ayudarán a adquirir una mejor capacidad de adaptación.

Os animo a recordar que la capacidad de adaptación es una de las cualidades más valoradas actualmente. Por eso, es importante trabajarla desde pequeños. A veces lo que parece ser una gran dificultad (cambiar de clase, de profesor, hacer actividades diferentes, vivir en un sitio nuevo…) es en realidad una oportunidad para crecer y vivir.

Formas de adaptación:

La personalidad y las experiencias vividas harán que una persona se adapte a un entorno determinado con más facilidad o menos y actuando de una forma u otra. A modo general hay varias formas de adaptarse a una situación/grupo nuevo:

  • Acatamiento: Cuando nos conformamos y ajustamos al grupo, sin dar nuestra opinión ni mostrar demasiado nuestra personalidad.
  • Identificación: Cuando hacemos nuestros los principios y valores de un determinado grupo; nos identificamos con la situación y entorno del momento.
  • Internalización: Aceptamos los principios, valores y normas del grupo como los nuestros propios.

Por tanto, independientemente de nuestro carácter, para poder adaptarnos en un entorno nuevo, debemos ser flexibles e inteligentes, considerando cómo y de qué forma nos queremos adaptar y valorar nuestra afinidad con el grupo.

Capacidad de adaptación:

 Así pues, la capacidad de adaptación es el potencial de una persona para ajustarse a los entornos cambiantes sin que esto suponga un desgaste emocional.

Por esta razón, la capacidad intelectual y la inteligencia emocional juegan un papel fundamental.

  • Versatilidad y flexibilidad: Relacionado con la inteligencia emocional. Nuestro desarrollo y maduración es clave para poder llegar a adquirir estas habilidades. Es necesario hacer un trabajo de autoconocimiento, saber cuáles son nuestros límites y nuestras fortalezas, para así poder estar seguros de nosotros mismos y de nuestras acciones y por tanto, autorregularnos en los procesos de cambio, consiguiendo la eficiencia.
  • Capacidad cognitiva: para lidiar con problemas, absorber conocimientos nuevos, ser prácticos, resolutivos y creativos.
Estrategias para ayudar a nuestros hijos a adaptarse al cambio:

Como padres y madres podemos y debemos proporcionar oportunidades para que nuestros hijos aprendan a adaptarse. Pueden ser cambios pequeños o rutinas nuevas ¿Cómo? Dependerá de la edad y madurez del niño.

3-6 años:

Normalmente a esta edad se empieza la etapa infantil y las primeras independencias. Confiemos en nuestros hijos, sin caer en la sobreprotección. Proporcionémosles materiales nuevos para que experimenten, dejemos que adquieran iniciativa, acompañándoles en este proceso de crecimiento, pero sin forzarlos. Eso hará que tengan más confianza y menos miedo ante situaciones nuevas.

7-12 años:

En estas edades ya se puede hacer un trabajo de reflexión, animarlo a participar en actividades voluntarias, asumir retos, a probar comidas diferentes, a involucrarse con los demás… Que sepa que puede hacer cosas solo pero que siempre tendrá el apoyo incondicional de sus padres y familiares.

+12 años:

La adolescencia es una etapa delicada y muy crítica en el desarrollo de la personalidad. Si queremos a chicos y chicas fuertes y con ganas de avanzar, debemos asentar las bases de la autoestima y seguridad en ellos mismos. Creer en su potencial y orientarlos- no obligarlos- a realizar actividades y participar en situaciones desconocidas, para así afianzar su capacidad de adaptación.